miércoles, 5 de noviembre de 2008

Reflexiones de un profesor. “Si siempre hacemos lo mismo…”

Al segundo mes de comenzar el curso en una clase de un colegio con niños, entre 6
y 11 años, de los que la mitad son nuevos, al repasar los movimientos un “antiguo”
amarillo naranja, viene y me dice: “Profesor si cada año hacemos siempre lo
mismo porque hay nuevos, no vamos a aprender nada…”
Ante esa pregunta se me ocurrió la siguiente reflexión y pregunté:
¿Quién de vosotros juega al fútbol?, levantaron la mano casi todos.
No, pero ¿quién juega de verdad, de forma seria? ¿Quién se entrena con seriedad
y con cierta periodicidad? Levantaron la mano menos e interrogué a uno de los
más serios.
¿Cada año se apuntan niños nuevos a fútbol? Si claro, muchos.
¿Y en qué consiste un entrenamiento de fútbol? ¿Que hacéis para empezar?
Corremos alrededor del campo.
Y ¿corréis todos o solo los nuevos? Todos.
¿Y después? Hacemos pases con el balón.
¿Todos o solo los veteranos? Todos.
¿Y luego? Hacemos tiros a puerta.
¿Todos o solo los nuevos? Todos.
Evidentemente los veteranos os cansáis menos, hacéis mejor los pases de balón,
tiráis más fuerte a puerta, pero todos tenéis que hacer todo muchas veces para
conseguir dominar el balón y dominar el juego.
En Judo es cierto que un o soto gari de un veterano es mucho mejor y más efectivo
que el pueda hacer un novato, pero también está claro que tiene que seguir
practicándolo muchas veces para llegar a sentirlo.
Más adelante cuando trabajemos el programa de examen, los nuevos aprenderán y
trabajaran los movimientos para pasar a blanco amarillo y los veteranos los
movimientos de su cinto. Terminará el curso y cada uno habrá obtenido el grado
correspondiente.
En las competiciones hay unos movimientos que se usan más que otros. Hay
campeones del mundo y olímpicos que han ganado con o soto gari y con o goshi,
“que son movimientos que se aprenden para cinturón amarillo”, pero que si
salen… sirven para siempre.
A nadar se aprende nadando, los movimientos de Judo se aprenden practicándolos
y repitiéndolos muchas veces.
Cada movimiento tiene infinidad de detalles y de posibilidades de aplicarlo, por
eso el Judo es tan difícil, tan largo, tan apasionante y tan bonito.
Un movimiento se puede trabajar mucho tiempo, durante toda una vida y no llegar
a dominarlo en todas las situaciones posibles y cada vez sacar nuevas sensaciones
y seguir descubriendo cosas sobre él.

José Ángel Guedea

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