martes, 12 de mayo de 2009

Reflexiones de un profesor: EL PASE DE GRADO

Por: José Ángel Guedea Adiego.

Con el fin de curso llegan los exámenes. También en Judo. Llega el fin de curso y el momento más esperado por el judoka: el de cambiar el color del cinturón.

Los colores en Judo los instituyó el japonés Kawaishi cuando llegó a Europa y apreció que en occidente el judoka necesitaba una motivación diferente que los orientales para asegurar su progresión. Así agrupó los movimientos dependiendo de la parte del cuerpo empleada en realizarlos y los distribuyó según la dificultad que requería su práctica y su incidencia en la progresión del aprendizaje.

Pero además el color del cinturón para el judoka tiene que definir a parte del conocimiento de una serie de movimientos, una actitud y un comportamiento en el momento de la clase de Judo primero, pero que tiene que ir impregnando poco a poco la personalidad del judoka y extenderse a su conducta y forma desenvolverse en su vida.

Cuando un niño se adentra en el estudio del Judo y va adquiriendo conocimientos, comienza a entender que además de aprender unas determinadas técnicas, el Judo conlleva una nueva forma de comportarse y de actuar, en una primera instancia con él mismo, pero también con sus compañeros y profesores.

Así cuando observamos una clase de un grupo de Judo con judokas con cintos de diferentes colores, por el color del cinto podemos adivinar el tiempo de práctica y lo que puede saber cada judoka, pero de alguna manera también nos puede indicar el nivel de valores como respeto, orden, disciplina, responsabilidad… que han incidido sobre el judoka que se manifestarán en mayor medida conforme más oscuro sea el color del cinturón.

Y dicho todo esto, me gustaría exponer una forma de realizar el paso de grado que en un grupo difícil, a mi me ayudó a reconducirlo.

Avanzado el curso y pasada la semana santa, en una clase complicada, con niños en ocasiones malhablados, influenciados por programas televisivos, metidos en el engranaje actual de una sociedad permisiva y de unos padres tolerantes, y que a pesar de todo esto para esta fecha habían adquirido un nivel de Judo más que aceptable, pero que por su forma de comportarse no merecían “el regalo” de pasar de cinturón, les expuse lo siguiente:

El color del cinto del judoka, indica el conocimiento de un determinado número de técnicas, y la forma de realizarlas, pero sobre todo lo que tiene que indicar además siempre el color del cinturón es una actitud y un comportamiento.

En una clase donde haya distintos niveles se sobreentiende que los cintos más altos conocen más movimientos, pero que por haber practicado más y haberse entrenado más tiempo tienen una concepción distinta del grupo, del trato con sus compañeros, de la forma de relacionarse, de comportarse etc.

En definitiva el hecho de practicar Judo tiene que traducirse en una mejor educación y en un buen comportamiento, ya no solo en la clase de Judo sino en toda la vida del judoka.

Entonces lo que vamos a hacer es lo siguiente. El examen de cinto no lo vamos a hacer todos a la vez en un día, va a ser progresivo. Como seguro que en la clase hay judokas que observan siempre un comportamiento correcto y no tienen porqué esperar, se examinarán primero y cada día examinaré a quién yo considere que lo merece por su actitud, interés trabajo y forma de comportarse, no solo en ese día sino también en días anteriores.

Al que examine si aprueba, en ese momento yo le regalaré el cinturón que ya se podrá poner, ahora bien ese cinto seguirá siendo mío hasta el último día de clase y si observo un comportamiento incorrecto me lo devolverá y se lo guardaré hasta que lo merezca y deberá vestir al menos hasta final de curso su cinto anterior. Estará examinado y técnicamente le corresponderá el cinto al que ha pasado pero este curso y en la exhibición de fin de curso no podrá llevarlo…porque aún no ha demostrado que lo merece.”

Ese trimestre en que examiné cada día a unos pocos y preparamos la exhibición de fin de curso fue con diferencia el mejor trimestre del año con esa clase. La posibilidad de perder “temporalmente” el cinto y no poder lucirlo esos últimos días y en la exhibición delante de los padres pienso que fue la motivación para aprovechar mejor el tiempo, comportarse mejor y colocarlos en la situación ideal para dejar que el Judo actuase y consiguiese que se comportaran mejor dentro y fuera del tatami.

¿Que quizá no sea esta la mejor forma?
No lo se. A mi me sirvió para resolver una situación complicada.