jueves, 30 de diciembre de 2010

VIDEOS DEL STAGE DE FINLANDIA

Si no os envía el enlace directamente copiar y pegar el mismo en el navegador y sí que os funcionará (David).

http://www.youtube.com/user/Orimattilanjudo

ENTRENAMENT AL CLUB DE JUDO BUDOCASAL VILAFRANCA EL DILLUNS DIA 3 DE GENER

El proper dilluns dia 3 de gener de 20h a 21'30h entrenarem al Judo Budocal Vilafranca.

Tornarem a entrenar a aquest fantàstic club a on ens trobem molt a gust sempre que hi anem o sempre que ens trobem amb els seus integrants.

Gràcies Juanma per convidar-nos!!!

Fins dilluns!!!

Qui es vulgui animar hem quedat a les 19h a la porta de  
l´ARVI per anar-hi. Qui no pugui estar a aquella hora allà que em truqui i mirem com ens ho montem.

Una abraçada,

David Soriano
CN 5è DAN JUDO

Cinturó Negre




Donat que hi ha gent, amb la qual he parlat darrerament, que no coneixia aquest sèrie de dibuixos de Judo. Us ho posem al blog per a que la coneixeu.
David Soriano

LA SÈRIE: CINTURÓ NEGRE

Feliz Navidad y Feliz 2011

De parte de nuestra hija Nora;

David y Alicia


Fotos entrenando (el lunes 27/12/10)











Reflexiones de un profesor. Por José Ángel Guedea Adiego

De nuevo el Maestro Guedea nos hace reflexionar con un escrito suyo.
Gracias otra vez José Ángel,
David Soriano


“Nos hacemos mayores”.

Cuando comencé a impartir mis primeras clases de Judo tenía 20 años. Entonces y durante mucho tiempo los padres de mis alumnos eran mayores que yo. El tiempo ha ido pasando, se igualaron las edades y ahora soy habitualmente mayor que todos los papás de mis niños.

Volviendo a leer la reflexión “menos mal que son los menos”, al llegar al párrafo que dice “En estos últimos treinta años…”, me ha hecho pensar… “la mayor parte de mis alumnos, aún no tienen treinta años”, para ellos es toda una vida y para mi son… “estos últimos treinta años…”

Que un niño te llame de usted, no es habitual en la actualidad, pero a veces se da y lo entiendes, pero cuando un judoka adulto, alumno de un amigo se dirige a ti, “con mucha consideración” y te trata de usted, es cuando te das cuenta de cómo te van viendo los demás.

El profesor de Judo y cualquiera que se dedica a la enseñanza, nunca se considera tan mayor. Está en contacto siempre con niños, jóvenes, competidores, gente fuerte, llena de vida, de energía y de salud, y aunque evidentemente no es así, se ve como ellos…

El paso del tiempo es el que es, pero cómo percibimos nuestra edad y la de los demás es algo muy subjetivo.

A nuestros abuelos siempre los vemos mayores, y cuando tenemos conciencia de ellos no tienen mucho más de cincuenta años, pero siempre nos parecen mayores. A nuestros padres los vemos hacerse mayores, pero se hacen mayores delante de nosotros y aunque siempre los vemos mayores que nosotros, hasta que asumimos que son abuelos cuesta más. Y nuestros hermanos, nos parece que están siempre igual (como nosotros), y no nos damos cuenta de que primavera, verano, otoño, invierno, primavera…”y eso va marcando…”

Tu judoka, un niño que empieza contigo de pequeño, lo ves crecer, sigues toda su evolución, le enseñas Judo y colaboras en su desarrollo, se entrena, compite, pasa sus cintos, participa en cursos, durante un tiempo lo integras en tu vida y alrededor de su vida deportiva, está su otra vida, sus estudios, su trabajo, su novia, comienza a trabajar, se casa, incluso tiene sus niños…y para ti aunque lo ves instalado, independiente, con una vida propia, te sigue pareciendo, el niño que empezó contigo y aunque ves que se ha hecho mayor…para ti, no es mayor, “es tu niño de siempre”. 

El pasado mes de abril hizo 41 años que me puse el judogi por primera vez y en estos más de cuarenta años he participado en infinidad de cursos, concentraciones y entrenamientos. He conocido, tratado y aprendido prácticamente de todos “los grandes” y de todos “los mayores” del Judo español y también de muchos del panorama internacional.

Pero no solo de los mayores, también de otros mucho más jóvenes. Recuerdo en una de las últimas concentraciones que asistí como entrenador junior, lo que me hizo disfrutar con la explicación un entrenador mucho más joven. Era tal la claridad con que exponía el concepto de la técnica y la facilidad y soltura con que demostraba, que me sentí obligado a decírselo. 

Con relación a los mayores, comentar que como judoka con mucho kilometraje recorrido, con la capacidad de observación entrenada a lo largo de los años como nos caracteriza a todos los que practicamos Judo, he tratado siempre que he podido de estudiar su manera de actuar unas veces en el tapiz, otras fuera para aprender en cada ocasión. 

No voy a citar ningún nombre, porque no quiero, si olvido a alguno, que nadie pueda apreciar no estar en una lista en la que seguro tendría que estar. 

Y después de vivir estos cuarenta años poniéndome el judogi prácticamente a diario, de concienciarme de que “mis últimos treinta años…”, que son más que una vida para muchos de mis alumnos, y que he vivido muy intensamente gracias al Judo, tengo que aceptar y entender que judokas jóvenes en ocasiones, se dirijan a mí con el “respeto oficial” con que procede tratar a las personas mayores.

Los profesores de Judo veteranos, tenemos que asumir aunque no lo sintamos así, que “nos hacemos mayores”, pero que aún siendo mayores, como hemos disfrutado tanto con el Judo, necesitamos seguir al pie del cañón y dentro del tapiz viviendo y compartiendo experiencias con todos los que son grandes en Judo. 

Y cuando hablo de los que son grandes en Judo, me refiero a todos aquellos que independiente de la edad y del grado son “grandes”, donde doy por supuesto que incluimos a nuestros alumnos, y a todos aquellos que nos han dejado participar de su vida deportiva y han confiado en nosotros. 

Y consideramos que nuestros alumnos son grandes cuando en cada situación mantienen un comportamiento adecuado y saben estar, cuando saben resolver situaciones, cuando acompañan, cuando con su ejemplo enseñan, cuando ayudan y contagian optimismo, ilusión y ganas de vivir, porque cuando estás con ellos estás bien, porque te entienden y los entiendes, porque te regalan su cariño y te animan a seguir… y en definitiva porque han colaborado y conseguido que disfrutando con nuestra vocación, hayamos llegado a “hacernos mayores”.