miércoles, 29 de abril de 2009

ESTHER SAN MIGUEL CAMPEONA DE EUROPA

Después de once años de subirse a lo más alto del podio continental, Esther San Miguel ha vuelto a repetir la hazaña. La judoca burgalesa se proclamó ayer campeona de Europa en la capital georgiana de Tiflis, conquistando el único oro del equipo español.
«Estoy en una nube. Casi ni me lo creo», comenta Esther minutos después de realizar el control antidoping. La olímpica ha hecho realidad su sueño y ha demostrado que mantiene un coraje y una fortaleza dignas de los mejores elogios.
Su gran temor, la ausencia de repescas, no se cumplió. Esther San Miguel venció en todos los combates y no tuvo necesidad de añorar las repescas, que actualmente han quedado prohibidas con el nuevo reglamento.

último segundo. En el combate por entrar en la lucha por las medallas en los Juegos Olímpicos de Pekín su ansiedad le llevó a realizar un ataque agresivo a su rival, acabó perdiendo y tuvo que conformarse con la quinta plaza.
Aquella experiencia resultó muy amarga, pero le sirvió de aprendizaje y ayer lo puso en práctica frente a la ucraniana Maryna Pryschepa. «Estábamos igualadas y el combate se acababa. Yo creía que íbamos a ir al golden scorer (prórroga de 3 minutos), pero en el último segundo, cuando los jueces ya iban a pitar el final del combate, le hice un yuko. Fue magnífico», describe Esther San Miguel.
Su entereza para medir el tiempo y su paciencia le sirvieron para alcanzar el título de campeona de Europa.

nervios. El desplazamiento a la capital de Georgia no fue todo lo plácido que puede esperarse para un equipo nacional. Pérdidas de maletas, problemas con la báscula... Demasiados inconvenientes para mantener la concentración.
Quizás contagiada por la inquietud que reinaba en los deportistas, Esther San Miguel siempre estuvo un poco nerviosa, sensación que se fue apaciguando ante la inminencia de la competición.
«Al principio estaba nerviosa, me costaba concentrarme y no estaba muy segura. Cuando empecé a calentar poco a poco me fui entonando y a encontrarme bien. Poco antes del primer combate ya empecé a tener buenas sensaciones y sobre el tatami solo deseaba ganar», confiesa.
Esther San Miguel realizó su primer combate ante la lituana Raimonda Gedutyte, superándola con un wasari (7 puntos) y un yuko (5). Continuó el Campeonato ante la bielorrusa Sviatlana Tsimashenka, a la que ganó por wasari.
En la lucha por las medallas se enfrentó a la defensora del título, la alemana Heide Wollertn. «Gané por decisión arbitral, después de 5 minutos de combate y de 3 minutos de golden scorer. Fue una lucha muy táctica», narra Esther. Con una medalla asegurada, la burgalesa apuró el último segundo para tumbar a Pryschepa y revalidar el oro que ya conquistara en 1998 en Oviedo.

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