viernes, 17 de julio de 2009

¡NO TE JUSTIFIQUES!

Lo primero que me vino a la cabeza al leer el siguiente escrito del Maestro José Ángel Guedea fue: "¡tiene más razón que un santo!".

Leerlo con atención porque seguro que os ha pasado alguna vez a los que os dedicáis a dar clases de cualquier materia.

A mi, que llevo unos cuantos años dando clases de Judo, me pasa muy a menudo...

¡No te justifiques!

Esta expresión en el entorno de Judo se la oí por primera vez decir al maestro José Luís de Frutos, cuando al corregir a un alumno en una concentración, este trataba de explicar y de justificar la acción que estaba realizando.Todos somos muy dados a justificar nuestro comportamiento aun sin preguntárnoslo. Recuerdo a Sergio Cardell cuando decía que el Judo no se enseña, se aprende. A veces intentas corregir a un alumno con la mejor voluntad del mundo, y te das cuenta que es mucho menos efectiva cuando haces tú la observación que si es él el que te la pide. Si te la pide él, entonces se preocupa por enterarse bien, lo aprende e intenta corregirlo.Cuando me inicié en el Judo en el gimnasio donde empecé, compartían las clases dos profesores distintos. Uno ligero de 63 kgs y el otro pesado de +93 (eran los pesos de entonces). Durante mis dos primeros años y hasta que pasé a cinto verde participé de las enseñanzas de los dos pues iba a todas las clases. De los dos guardo un recuerdo entrañable de aquella época. Para los dos yo era su alumno, a los dos llegué a querer, para los dos me hice “importante” y los dos me querían dar lo mejor de ellos mismos. Para mi resultaba a veces “complicado” pues al ser distintos pesos y en aquella época en que las nociones de Judo eran mucho más rudimentarias, a veces los conceptos y la forma de realizar las técnicas resultaban contradictorias. Para mí, que había descubierto mi deporte, eran los mejores y los dos eran la fuente de Judo de donde podía beber y fue con ellos que aprendí a educar mi criterio a la hora de determinar que era lo que me podía interesar y adaptar a mi morfología y al Judo que comenzaba a aprender. No recuerdo que nunca me justificara ni comparara sus enseñanzas ante ninguno de ellos cuando me hacían alguna indicación.Recuerdo también en un curso que impartió Victor Gaspar en Zaragoza a profesores y competidores de entonces. Victor Gaspar es un histórico en el panorama nacional. Como profesor formó un montón de judokas muchos de ellos campeones de España, como competidor fue en España, el campeón del peso ligero del principio de los sesenta y en 1962 siendo peso ligero, resulto campeón de España de todas las categorías. Ante unas nociones de kumi kata, un profesor hizo la siguiente observación, “Yo siempre lo he hecho de esta forma y siempre me ha dado buenos resultados”, la observación de Gaspar fue la siguiente: ¿Cuántos campeones de España has tenido o tienes? como la contestación fue negativa la siguiente fue ¿y cuantos medallistas nacionales? como también fue negativa... ¿entonces a qué buenos resultados te refieres?.Lo normal en las clases y entrenamientos son los alumnos que te escuchan con atención y en silencio y que luego intentan hacer lo que les has indicado.También, en ocasiones te encuentras con algún alumno que cuando le corriges se justifica e intenta explicarte el porqué no lo hace como tu indicas. En este caso te dan ganas muchas veces de dejarlo tranquilo y piensas que “haga lo que quiera”, ya se dará cuenta…y cuando le interese ya lo aprenderá.Tenemos todos que aprender, que cuando en una clase, un entrenamiento o en una concentración, se nos acerca el profesor o un entrenador, incluso un mayor, a hacernos una indicación, tenemos que escucharlo con un respetuoso silencio, primero porque seguro que viene con voluntad de ayudar, segundo porque por su experiencia algo nos puede aportar. Luego una vez analizada y procesada la información, la utilizaremos o no, pero en ese momento lo que procede es escuchar. Y que no hagamos decir nunca a un profesor:

¡No te justifiques!

No hay comentarios: